Sara Topelson 1947

Sara Topelson

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sara Topelson es una de las personalidades más importantes de la arquitectura mexicana y una figura reconocida mundialmente. Además de ser titular junto a su esposo, José Grinberg, de Grinberg Topelson Arquitectos -uno de los más importantes estudios de México y de América- se involucró con férrea decisión en la gestión política de la disciplina, abriendo un nuevo camino para las mujeres arquitectas. Entre muchas actividades, fue Consejera de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), para finalmente consagrarse como la primera Presidente (mujer) de esa institución en 1996.

Sara Topelson nació de padre ruso y madre polaca. Su familia llegó a México cuando ella tenía tres meses de edad. En ese país, estudió arquitectura en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), teoría de la arquitectura en el Instituto Politécnico Nacional e Historia del Arte en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Se casó cuando estaba en tercer año de la carrera. Una vez terminados sus estudios estableció junto a su esposo José Grinberg la oficina de arquitectura Grinberg & Topelson Arquitectos (1973), y crearon juntos varios edificios residenciales, educativos, edificios industriales, comerciales y culturales, así como centros de recreación.

A mí me resultó una gran experiencia trabajar con mi marido. Cada uno pudo reconocer las fortalezas del otro y nos apoyamos mutuamente. Pero no es algo que le pasa a la mayoría de las parejas de arquitectos que trabajan juntas. Por lo general, la mujer queda relegada a un segundo plano, y es el hombre el que obtiene más reconocimiento.

La política gremial y la difusión de la arquitectura a lo largo y ancho del mundo han sido una de las facetas más importantes en su trayectoria profesional. Esto también incluyó su preocupación por la visibilidad de la mujer en la arquitectura. En el año 1982 y trabajando ad honorem obtuvo un cargo como Secretaria de Relaciones Internacionales de la Federación Nacional de Colegios de Arquitectos de la República de México (FNCARM), que en principio duraría dos años pero que se extendió a seis. Topelson argumenta -tal vez un poco en broma- que la prolongación de su gestión se debió a que las mujeres tienen la ventaja sobre los hombres de «ser eficientes y contestar todos los mails». Ya en la década del 90 era Consejera en la Unión Internacional de Arquitectos con el apoyo de México. Y si bien nunca llegó a ser elegida como Presidente del Consejo de Arquitectos de su país (cargo que todavía no llegó a obtener ninguna mujer), desde 1990 fue miembro del Consejo de la Unión Internacional de Arquitectos. A partir de 1993, fue elegida vicepresidente y en 1996 asumió el cargo de Presidenta de la Institución hasta 1999. Para ese cargo de presidente que finalmente ella ganó, también compitieron, otros tres arquitectos: el estadounidense Donald HackI, el chileno Mario Paredes y el escandinavo Gunnel Adlercreutz.

Claro que hubo resistencia a que yo asumiera el cargo de Presidente de la UIA, y la razón -aunque no se dijera a viva voz- fue, en parte, mi condición de ser mujer. Tenía a favor que por cuestiones reglamentarias el presidente debía ser del continente americano, así que eso ayudó a que no pudieran negarse, y después de unas internas muy complejas finalmente salí electa. Fue toda una conquista porque después de mí, hasta la actualidad sólo hubo otra mujer presidenta.

Su mirada acerca de la contribución y la evolución de la mujer en la profesión es positiva. Reconoce los límites culturales que existen, pero también los propios que se imponen las mujeres: «Es un techo de cristal que hay que romper», declara. Relata que la primera arquitecta mexicana egresada de la Escuela Nacional de Arquitectura fue María Luisa Dehesa, en 1937, hace 78 años, lo que no es mucho tiempo. Y reflexiona que en cambio actualmente las universidades rebosan de estudiantes mujeres. De todas formas admite que hay un cierto recelo en darle a las mujeres los cargos de más responsabilidad y decisión, pero de todas maneras hay oficinas en México lideradas por mujeres que compiten en el mercado a la par de cualquier otra oficina. Advierte que el camino todavía está en construcción y que la lucha por el posicionamiento de la mujer es constante. De todas formas piensa que en 60 años se ha hecho mucho, que los cambios no son inmediatos y que a veces parece que nada mejoró, pero por lo menos en su país las mujeres han logrado un espacio cada vez más importante.

Su intensa actividad y compromiso, le valieron un sinnúmero de nombramientos, premios y reconocimientos entre los que se destacan el reconocimiento Mujer del Año México (1996), el nombramiento de Caballero de la Orden de Artes y Letras del Ministerio de Cultura de Francia (1998), la Medalla Bene Merentibus de la Sociedad de Arquitectos Polacos (1998), la Insignia de Plata del Colegio de Arquitectos de Cataluña, la Medalla al Mérito Académico de la Universidad Anáhuac por 25 años de excelencia en la docencia (2000) y la Medalla Mario Pani del CAM-SAM (2003), por su contribución a la difusión de la arquitectura. Fue Miembro de Honor del Instituto Americano de Arquitectos, del Instituto Real de Arquitectos de Canadá, de la Asociación Nicaragüense de Ingenieros y Arquitectos, del Colegio de Arquitectos de Venezuela, del Instituto Real de Arquitectos de Australia y el Instituto de Arquitectos de Japón. En el 2002 fue nombrada Miembro Honorario del Real Instituto de Arquitectos Británicos. En 2004 Miembro de Honor del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España. Ocupó de febrero de 2000 a mayo de 2003 el cargo de Directora de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBA, donde estimuló la publicación de 15 libros y cuadernos de temas relevantes de arquitectura, 13 exposiciones como Directora del Museo Nacional de Arquitectura y la ampliación continua del Catálogo de Inmuebles con Valor Artístico en México. Fue Directora de Desarrollo Urbano del Municipio de Huixquilucan (2004) y Directora de Obras y Desarrollo Urbano de la Delegación Miguel Hidalgo, (2006-2007).

De enero de 2007 a diciembre de 2012, fue Subsecretaria de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio de SEDESOL (Secretaría de Desarrollo Social de México). Desde ese cargo buscó transmitir la necesidad de encontrar soluciones para la vivienda social más equitativa e integrada al desarrollo y evolución natural de la ciudad.

Hay que seguir trabajando por ciudades densas y compactas, que privilegien el transporte público y la movilidad no motorizada, que estén dotadas de espacios públicos para la convivencia vecinal, ciudades verdes, amigables con el medio ambiente y menos vulnerables a los desastres naturales. Avanzar en la planificación urbana sustentable para garantizarle calidad de vida a las familias, es esforzarnos en ir más allá de los desarrollos habitacionales con el objetivo de crear verdaderas comunidades humanas.

Actualmente, Topelson sigue al frente como coordinadora de proyectos de su estudio Grinberg y Topelson Arquitectos. Es Coordinadora General del Centro de Investigación y Documentación de la Casa CIDOC, desde donde promueve proyectos de investigación, como el estudio Estado Actual de la Vivienda en México (2004), versión realizada en colaboración con el Joint Center for Housing Studies de la Universidad de Harvard.

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Un pensamiento en “Sara Topelson 1947

  1. José Carlos Mitznahuatl Mitznahuatl dice:

    sensacional e inigualable

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